domingo, 21 de junio de 2009

Lengua

Lengua
Traicionera virtud, maldita ambición, se planta en nosotros, con amor y odio
desato guerras, coordino treguas, creo la fe y la duda, confundió mi corazón…destrozo la pasión
La revivió…
Entro en un comatoso sueño, y catatónico anhelo, se pudre en la fantasía, hierve de ira y alegría.
Se inmortaliza en cicatrices más rojas que las efectuadas por filosas hojas.
Palpita su entusiasmo en el subconsciente de las ideas, miente y engaña, afirma y niega, corrompe, seduce, me atrapa, te atrapó, y mas allá de todo esto, sigue y continua labrando su camino, tedioso, obstinante y fugaz
Es como el profeta de los hebreos, que con un gesto gana el amor de algunos, el odio de otros
¿Qué podemos hacer? ¿Callar? ¿Luchar?

Yo me doy a la sumisión de todo esto. Me preparo para una perpetua existencia, puesto que no guarda secretos, los revela a diestra y siniestra
Y siniestro reflejo de aquello, es lo que vemos frente a un espejo…

Pensado, Redactado y Publicado por: Johann Sebastian Toirac

No hay comentarios:

Publicar un comentario