"Cuero"

Cuero

Y solo se notan los ojos, no su rostro, los ojos son la ventana del alma, eso dicen, eso repiten.
Sus ojos mienten, su alma esta tan fragmentada, solo su propia mente es capaz de ordenarla
Los espejos reflejan soberbia, sus ojos dulzura, el don de la palabra en su lengua
la sonrisa de un demonio en sus labios, tan malvada, y tan engañosa.
¿Quién soy yo para resistirme?
Pero si quitas el cuero, encuentras el cielo, quizás un infierno de ideas
los ángeles cantan épicas y los demonios escriben odiseas de ideas
las flores y el fuego bailan al ritmo de una música silenciosa
su mente ensaña un mundo de fantasías venosas, corruptoras de deseos
satisfacción en las filosofías y compasión en lo grotesco del corazón.
Pero si quitas el cuero la luz se besa con la sombra,
pero si revisas sus ojos sin cuero te encuentras con sombras del pasado
y el pasado es odiado, obligado a ser olvidado, recordado cuando es necesario…

pero no está solo, alguien le acompaña, pero no es nadie, ¿Quién?
La noche cae, y la luna alumbra, los lobos aúllan, la melancolía es revelada, el viento le tortura con su libertad, y lo reconforta con su toque de amistad
Lo etéreo es físico, lo físico es carnal, lo carnal es bienaventurado, el amor es deseado.
Pero yace oculto tras el cuero, el mundo prohibido, el altar en el olvido, pero yace tras el cuero…
El héroe caído, el ángel arrepentido y el samaritano diablillo.

Pensado, Redactado y publicado por: Johann Sebastian Toirac.